FRENESÍ
Las
miradas inmediatamente se cruzan,
las
respiraciones se van acercando;
¡nuestras
manos se enlazan con soltura!
se
erizan tus vellos del cuerpo en mi regazo.
Siento
un placentero cosquilleo,
justo
debajo de mi vientre;
mi
cuerpo se transforma inminente…
¡La
mente y el alma se encienden!
Tus
manos que todo lo tocan,
suaves
y ávidas pasan por doquier,
acariciando
muy velozmente,
¡cada
corpúsculo de mi piel!
Comienzo
a perder los estribos,
y
rápidamente se despiertan los sentidos.
Mis
labios estrujan con fuerza tu espalda.
¡Te
devoro en cuerpo y alma!
Húmedas
mis lagunas se vuelven,
vas
penetrando cada desvarío.
Un
incorporo sonido agudo se mece,
en
ese cuarto obscuro y frío.
Me
llevas al límite de aquel frenesí,
que
impregna cada célula con su elixir .
¡Colmados
del ímpetu del sentido de vivir!
Deleitados
por probar la miel de éxtasis.
Entonces
llegamos a esos segundos,
donde
el todo se siente nada;
nos
suspendemos y caemos en el vacío,
¡donde
el placer más grande se instala!
Todo
momentáneamente se termina,
aunque
sedienta de ti sigo aún;
de
tus besos y caricias estremecedoras,
¡esa
forma en que mi corazón palpita y se desborda!
A
partir de hoy contare con fervor aquellas horas
que
falten para que nuestro encuentro se repita;
deseo
estrecharte entre mis brazos de Afrodita…
¡No
soltarte hasta saciar mis deseos de ternura y de lascivia!
PSEUDÓNIMO:
Una
voz en el silencio con labios carmesí.
Claudia Elizabeth Castillo Velazco
México
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