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lunes, 22 de junio de 2015

GUADALUPE ESPINOZA LAGUNAS


DESEOS


En mi mente obnubilada,
Por la pasión contenida,
Se agitan las más candentes,
locas ideas,  de mi vida
Mientras mis deseos se aferran,
A la imagen de tu cuerpo,
Mis miedos se sobresaltan,
Perdiéndose en el silencio.

Entre  delirios febriles,
Con dolor tu nombre grito,
Con ansia  espero respuesta
Y la soledad me responde…
Me dice que nada es cierto,
Que tú solo fuiste un sueño
Un espejismo en mi mente
Producto de mis desvelos…

Que fuiste como un reflejo
De aquélla estrella fugaz
Desvanecida en la noche
De mi eterna soledad…
No obstante, yo me revelo,
A aceptar tu inexistencia,
Sé que eres real y tangible,
Y espero aún  tu presencia.
  
Pues aun llevo en mi cuerpo
Las huellas de tu pasión,
De aquellas mil y una noche
Que aun enturbian mi razón.
Aun siento la tibieza
De tu cuerpo junto al mío
Tus manos  acariciando
Cada rincón  escondido…

Siento tu aroma embriagante
Seduciendo mis sentidos
Y tus susurros  jadeantes,
Cual música a mis oídos.
Quiero volver a mirarte,
Tu rostro y labios besar
Quiero recrearme en tu cuerpo
Dando fin a éste calvario.

De penas y sinsabores,
De pasiones reprimidas,
De sueños no realizados;
De piel seca de caricias…
  


Déjame


Déjame mirarte en silencio…
recorrer muy lentamente 
tu piel desnuda.
Déjame cabalgar... 
en las llanuras de tu cuerpo,
sentir como te estremeces
al roce de mis dedos,
y sentir tu energía 
fluir dentro de mí.

Déjame sentir tu aliento,
como la suave caricia
de un viento fresco del océano
que me extasía llenando todo mi ser.
Déjame penetrar 
en lo profundo de tus ojos
y descolgar tus nostalgias 
como retazos de cielo,
déjame escuchar tus suspiros,
en los murmullos silentes 
de las viejas caracolas...
déjame extasiarme en tu aroma
y despertar mis sentidos
con el sudor de tu cuerpo.
  

Déjame presentir esa urgencia
por tus cálidas manos
en mis senos palpitantes,
déjame sentir tan sólo
ese fuego del verano 
brotando por mi piel,
déjame apagar el fuego, 
y recostada en tu pecho
de dicha desfallecer…
deja que el tiempo transcurra,
que envejezca lentamente,
en éxtasis de placer.

Déjame reposar en silencio 
muy junto a tu pecho
sentir como se funde 
tu alma con la mía.
Déjame sentir tu ternura 
arropando mi alma…
déjame sentir el calor de tus besos,
ahogar en tus labios, 
ésta melancolía…
déjame descubrir 
entre caricias y murmullos
que el destiempo en tu risa 
no presagia el olvido

Déjame…
Déjame tan solo un instante
seguir soñando contigo…



Guadalupe Espinoza Lagunas
México

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